El encuentro empezó como la tarde...no se sabía muy bien que iba a pasar, ¿Llovería, saldría el sol...marcarían los canarios ó serían lo pucelanos?. En los quince primeros minutos, los canarios salieron a por todas, con una precisión excelente en los pases que se metían hasta la cocina, pero que Jacobo con más suspense que otra cosa conseguía atajar. Y ese arranque duró lo que duró Vitolo, el canario se lesionó y ahí empezó el Valladolid a sacar la cabeza. Guerra tuvo en su tacón una nueva genialidad, pero se chocó con Barbosa, y Sisi se sacó un centro que pasó a escasos centímetros de la línea de gol. El tercer avisó fue el penalty, una gran pared entre Guilherme y Antón provocó un penalty tan claro como absurdo al lateral brasileño. Jorge Alonso transformó la pena máxima sin contemplaciones.El gol dejó a los pio-pio noqueados, aunque todavía siguieron intentando poner las tablas en el marcador, obejtivo que se diluyó como un boxeador cuando le dan en el hígado, ya que Arzo a la salida de un córner puso el segundo. Y llegó el descanso.
Tras la reanudación, el Valladolid fue mejor, leyó más y mejor el partido, bien replegado no dió esos regalos al rival...y bien atrincherado atrás, pudo conseguir una buena goleada al contragolpe, contra que llegó tran un gran pase en profundidad de Alvaro Rubio a Nauzet y este la puso en carrera a Guerra, cuando el malagueño iba a cascar el sexto en su cuenta, metió el central la bota y el gol subió al marcador. Punto y final...de ahí al final, Nauzet, Sisi, y Jorge Alonso pudieron subir más goles al luminoso.
La nota negativa del partido fue la lesión de Pedro López que fue sustituido por Barragán y las molestias de Marc Valiente, aquejado de molestias en la espalda, su lesión hizo que debutara Jordi con la camisola blanquivioleta.
Siguiente parada: el estadio del Girona, Montivili,...un rival que ha conseguido 1 de los últimos 15 puntos disputados. Los de Gómez solo tendrán un único objetivo: Ganar y seguir la estela de la cabeza.
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