Y al tercer partido...Nauzet resucitó.

El canario fue el motor del equipo cuando más se le necesitaba. Salió la última media hora. Fue el revulsivo de Djukic. Tras dos partidos en la grada, el canario volvió a ser el que era.

Nauzet dedicando el gol a su padre, enfermo.

Los blanquivioletas volvieron a ganar tras su pinchazo en Las Palmas, y lo hicieron ante un Xerez bastante pobre, sobretodo en los primeros 45 minutos. El conjunto de Djukic, que volvió a salir y a alimentar el debate de los extremos a bandas cambiadas, salió como de costumbre, con el afán de dominar el partido, el balón y las ocasiones. Sin embargo, el dominio era un tanto espeso. El Pucela tenía la pelota, pero no acertaba a cuajar en ocasiones esa posesión. Maquitos por la derecha no le salían las cosas, Óscar estaba demasiado atrás y Guerra, pues como últimamente, en su mundo. Sólo Sisi, como de costumbre, era el único que intentaba meter mordiente al juego ofensivo. Mientras tanto el Xeréz, estaba en el campo al igual que las vacas, pastando: Dejando un agujero increíble que Nafti y Pérez no vieron para poder conectar con Óscar, y olvidándose de que en el otro lado del campo había una portería donde se podía meter el balón dentro.

Tras una falta en ataque que colgó Rueda arriba, el rechace le cayó a Óscar que con una clase innata, le puso el balón a Sisi quien aprovechó la mala salida Doblas para batirle por arriba con la precisa vaselina. Tras la celebración no dió tiempo para más.

Con los segundos cuarenta y cinco minutos, el Valladolid pudo sentenciar el partido tras una pared perfecta entre Marquitos y Guerra pero que el ibicenco no supe resolver. Óscar tuvo el segundo también, pero su tiro buscando la escuadra se topó con la manopla derecha de Doblas. 

Pero a raíz de esa parada, el conjunto andaluz se vino arriba y empezó a meter al Pucela en su campo. Además, los de Djukic entraron en esa etapa que atraviesan en todos los partidos de nervios e imprecisiones. Lo cual aprovechó el conjunto jerezano para que tras un balón en largo, Jose Mari, ganando la posición a un lentísimo Rueda entrara en el área y este no tuviera más remedio que hacerle pena máxima. La cual transformó el Rueda del Xérez.

TURNO PARA NAUZET.

Con el empate en el marcador, Djukic sacó a Marquitos por el canario. Y este, extramotivado se convirtió en el emblema del equipo, asumió la responsabilidad y tras una combinación con Sisi, puso el balón atrás para que Víctor Pérez remachara, este lo hizo, pero la bota de Doblas se interpuso de nuevo. Tres minutos después, tras zafarse con elegancia de su marcador, encaró a Raul Cámara y este le hizo uno de los penaltis más claros de la historia de Zorrilla. El canario le transformó por el centro con mucha picardía.

Tras el 2-1 el conjunto blanquivioleta pudo sentenciar, pero se dedicó a mover el balón y a retener las contras, por lo que el Xerez se vino arriba a la desesperada y apunto estuvo de costar otro disgusto a los locales si Capi logra a conectar con las redes el cabezazo en el minuto 93.

El Valladolid logra tres puntos que le aferran en la cuarta posición, a 6 del líder, el Hércules que pinchó en Gerona y a tres del Almería, segundo que ganó en los Juegos del Mediterráneo.

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EL CRACK: Nauzet: Salió, vió y venció. Ese es el jugador que la parroquia pucelana quiere ver y al que conoce. Provocó el penalti y le ejecutó.

VAYA DÍA: Guerra. No está fino, no tiene actitud y eso está empezando a calentar al graderío. 

EL DANDY: Sisi. Marcó el primero, ya lleva tres y sigue mostrando esa garra y calidad que tanto gusta a los espectadores blanquivioletas.

EL DURO: Nafti. volvió a hacer una dura entrada que le privó de realizar su función de contención. Djukic tuvo que cambiarle por Rubio a falta de media hora.